8 mayo, 20h. Presentación a cargo de Enrique Urbizu / 11 mayo 22:30h.
NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS, Enrique Urbizu. España, 2011. 104′
2 mayo, 16h. / 4 mayo 20h.
AMERICAN PSYCHO, Mary Harron. EEUU, 2000. 101′
16 mayo 18h. / 18 mayo 22:30h.
PERROS DE PAJA, Sam Peckinpah. EEUU, Reino Unido, 1971. 113′
La historia del cine ya empezó con violencia. El tren se precipitaba sobre los espectadores de la primera sesión pública del cinematógrafo Lumière y el regador regado le pegaba a un niño bromista. Edison filmaba combates de boxeo, peleas de gallos y guerras de verdad. Claro que Edison no era precisamente un santo: Hollywood nació porque sus matones y pistoleros se dedicaban a perseguir a cualquiera que quisiera hacer cine en la costa Este sin pagarle, y así fue como los perseguidos llegaron a California. Persecuciones, golpes, caídas, armas, peleas y asesinatos llenaron las pantallas desde el principio. Y ahí siguen.
Como en Perros de paja, obra de uno de los directores más vinculados a la representación de la violencia, Sam Peckinpah, con su ruido y su furia. O en No habrá paz para los malvados, que presentará su director Enrique Urbizu el 8 de mayo. Ambas películas son un perfecto ejemplo de la máxima terrible de que solo la violencia puede contra la violencia. Y crea monstruos, como la bestia protagonista de American Psycho (Mary Harron, sobre la novela de Bret Easton Ellis), fruto inevitable del capitalismo salvaje. Será que una sociedad violenta solo puede engendrar bestias. O viceversa.