El público observa en escena una persona poniendo cinta sobre el suelo. Poco a poco se dibuja en el espacio una sala de estar como en el film Dogville. Lo que sigue a este acto es el intento de vivir y habitar este espacio cerrado. En Futile Act of Domestication se habla a través del lenguaje corporal, mediante articulaciones que murmuran y manos que tiemblan, para expresar todo aquello que no cabe entre cuatro paredes y todo aquello que escapa también a las palabras.