Bailar el cuerpo extraño es un laboratorio de imaginación que explora con herramientas provenientes del teatro, la danza y las artes vivas en las memorias personales, colectivas, historias de vida, ritos, mitos, sonoridades, sabores, saberes y futuros deseados de personas Afro, migrantes, trans y/o racializadas del sur global.
En el laboratorio se desarrollarán ejercicios de sanación colectiva, de escucha y espiritualidad. Se creará la instalación de un altar y se activará una ceremonia escénica colectiva para honrar a las ancestras, a las hermanas y hermanos, a las muertas y muertos que han quedado en las travesías, asesinades por las políticas migratorias y las fronteras.
José Ramón Hernández (Palma Soriano 1988).
Artista indisciplinar afrocubano graduado del Instituto Superior de Arte de Cuba. Fundador y director artístico de Osikán – vivero de creación. Su práctica se desplaza entre la dirección artística, la dramaturgia, la coreografía, el comisariado de artes en vivo, la instalación, la performance, la educación, la mediación y la gestión cultural.
Su investigación creativa pone foco en las ritualidades afrodescendientes, la performatividad de las cuerpas periféricas, las materias, las espiritualidades, las memorias, las migraciones, las cartografías y los deseos. Ensaya los límites entre la ficción y la realidad, el trabajo con documentos no ficcionales y las herramientas de lo sensible para afectar e intervenir procesos sociales y comunidades.
Osikán es un vivero de creación, investigación, imaginación y acción social en el que artistas, especialistas, activistas y comunidades conviven. Un vivero de encuentros y de participación que imagina estrategias de lo sensible para potenciar diálogos críticos, reparar heridas sociales en nuestros contextos de vida y de trabajo hoy. Activamos la creación con el deseo de poner las manos en la tierra. La germinación de aprendizajes colectivos, proyectos curatoriales, alianzas, pensamiento crítico, deambulaciones y delirios. El origen y la trayectoria más visible de Osikán se sitúa en Cuba, en un contexto de artistas que trabajaban de manera crítica en los márgenes y las periferias de las instituciones culturales estatales. En la actualidad, entre Madrid, La Habana y Montreal, Osikán – vivero de creación se expande a un tejido de alianzas con las diásporas Afro, caribeñas, indígenas y del sur global en el mundo, en conexión con otras comunidades racializadas, trans, migrantes, redes alternativas de creación, pensamiento crítico, negro y radical.